Ciudades del desierto


Nos hemos ya aclimatado a India. Nos hemos adaptado a su forma de proceder. Las estrellas de los hoteles, el concepto de limpieza, el funcionamiento del agua, la idea de ruido y tranquilidad, lo q significa picante y no picante, el sentido único en carretera, las necesidades, en general, tienen otra interpretacion distinta de la de occidente. Una vez comprendes y aceptas estos detalles del país, el viaje por él va siendo más sencillo y disfrutamos mas.

Hemos estado en Jaisalmer, una ciudad en el desierto. La llaman la ciudad dorada. Tiene un fuerte, con triple entrada que alberga dentro una ciudad en la que vive gente, además de ser el centro de atracción turística. Está en lo alto de un monte y las vistas del desierto desde allí son fabulosas. Fuera del fuerte, pero cercano a él, están los cinco palacios de cinco ricos comerciantes, hijos de un banquero. La visita a toda la zona antigua la hicimos con Jaim, un guía muy joven que hablaba español. Era de la casta superior, como bien nos hizo saber desde el principio, utilizaba un lenguaje rinbombante para explicarnos, nos habló del oro que había comprado su familia a su novia antes de casarse. Pero después de llevar 1'5 h con nosotros se fue desinflando, le dijimos que éramos profes, Luis le dijo que usaba un  lenguaje muy elaborado y poco común cuando él le preguntó sobre su expresión, y al final quería hacer una foto a Luis, pero a escondidas.  ¡A mi, ni caso en todo el tiempo, solo lo imprescindible! La verdad es que no me importó!

Por la tarde fuimos al desierto a montar en camello y ver la puesta de sol. Había mucho turismo indio haciendo lo mismo.  Aunque se podía dormir en una tienda en el desierto, nosotros preferimos dormir en hotel. A mi me encantó el paseo en camello, fui y volví. A Luis, no tanto, solo fue, volvió andando. Dice que estaba poco mullido. Ja, ja!

El viaje desde Jaisalmer a Pushkar fue muy largo, 10'5 h. La primera parte discurrió por carreteras buenas, pero nuestro conductor no se pone a más de 70 k/h. (Luis se desespera). La segunda mitad fue por carreteras en obras y esto también tiene distinta concepción que en España.

Por fin llegamos a Pushkar, una ciudad que elegimos por coincidir con la feria del camello que se celebra anualmente en la primera luna de noviembre. ¡No nos ha decepcionado!  Miles de personas acuden al ferial desde toda India. Tiene el doble sentido de diversión y comercio y el religioso. Pushkar tiene un lago sagrado, donde se celebran los rituales de purificación y los de ofrendas. Los primeros son matutinos, la gente se baña en los ghats (pequeñas piscinas en los bordes del lago) y se divierte. Los hombres se bañaban con ropa interior; las mujeres con sus saris. Por las tardes se celebran los rituales de ofrendas. Duran alrededor de 1 hora y son dirigidos por un "santo", con cantos, distintos tipos de candelabros o lamparillas con fuego, mientras la gente canta y da palmas siguiendo todo el proceso. Finalmente levantan las manos y dejan en el ghat las ofrendas: pétalos, flores y velas son las mas comunes.

El hotel de Pushkar le habíamos elegido nosotros con anterioridad desde España y ¡menos mal! porque estab todo abarrotado. Era una gran mansión, con jardines y espacios verdes, pero un gran palacio venido a menos y se notaba en el mantenimiento, pero estuvimos agustísimo, bastante tranquilo.

La feria del camello ofrece de todo, parte comercial y de diversión que  se repartía por todo el pueblo. Miles de kioskos vendiendo de todo, "cachivaches" para montar: norias caballitos...y pequeños puestos de comida. Ya a las afueras, el mercado de camellos donde se podían ver todos los ejemplares q estaban en venta.  El programa de actividades era amplio: danzas típicas del Rajasthan, teatro, competiciones, etc.

Allí, antes del anochecer para poder ir a la feria,  le dije al conductor que necesitaba teñirme, así que me consiguió una peluquería regentada por una mujer y su hija de unos 20 años o menos que chapurreaba inglés y estaba encantada conmigo. Me dieron el tinte y me mandaron a la calle de paseo, para que volviera a la hora siguiente. Y así hicimos, volvimos, me lavaron la cabeza como pudieron, en un lavabo pequeño, cambiando de posición varias veces y....salí teñida. ¡Qué experiencia!

Las ciudades del desierto nos han ofrecido 4 días de estancia muy agradables.

Espero no haberos aburrido. Hoy me he extendido.
Besos a todos

Vista de Jaisalemer

Jaisalmer

Palacios de Jaisalmer

Paseo en camello en Jaisalmer

Nuestro coche y conductor - Jaisalmer

Nuestro hotel en Pushkar

Feria del camello en Pushkar

Peluquería

Ceremonia religiosa en un lago en Pushkar

Santón en una ceremonia en Pushkar









10 comentarios:

  1. Hola! Me alegro de que os acostumbréis a la versión india de las cosas porque así lo disfrutáis mucho más. Tampoco os paséis, je je, no vaya a ser que cuando vayamos a vuestra casa en la occidental Segovia tengamos que "acostumbrarnos" nosotros. Besos

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  2. No temas. Seguro q nos hacemos de nuevo rapido

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  3. Qué experiencia más interesante! Meca, se te ve estupenda y disfrutando. Nos alegramos mucho. Besazos

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  4. Vuestra experiencia en la India me hace revivir de nuevo los sentimientos al estar allí por primera vez, es que no te puedes creer lo que estás viendo ¿verdad? el olor, la gente, el colorido....cuando llegas aquí te parece mentira que las aceras estén limpias..Disfrutad mucho, nosotros lo estamos haciendo con las setas, !que temporada tan magnífica! Un abrazo

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  5. Es un país de contradicciones. Verdad?

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  6. - Lo de la pobreza sobrecoge. Pero esta última descripción de la india me ha gustado mucho.
    - Es muy sugerente, sobre todo lo del fuerte en el desierto. Es pura fantasía
    - Pero la realidad vuelve a subsistir: las castas
    - ¿Sabrán Meca y Luis que en España ha reaparecido "la casta"?
    - No sé, pero ellos, ¡qué casta tienen!, ¡dónde se meten!

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  7. Muy bien redactado! Tengo interés por saber si al final el guía consiguió hacer la foto a papa jaja Y dile de mi parte que no hay que ir de prisa con el coche que luego... jejeje. Como dice Juan, aqui en España también reaparece la casta y el interés por alejarse de ella

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  8. Montasteis en camello. No me doy cuenta si lo contáis.
    Todo expectacular
    Inma

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    1. Si. Montamos en camello desde una villa hasta el desierto para ver anochecer. Yo volví en camello. Luis prefirió hacerlo a pie.

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